sábado, 6 de diciembre de 2014

On 8:07 by Unknown in    No comments


Los ejercicios  espirituales de la vida corriente, permiten ver  más claro lo grande que es Dios, y nos permite conocernos mejor nosotros mismos, esa oportunidad las tuvieron Juan Fernando, Carmenza, Clara, Doralsy,  Cecilia, Epimenio, Luz Marina y Flor, a continuación nos comentan las experiencias vividas;


Juan Fernando: Viví esta experiencia con intensidad. Siento que todo lo asocio con el amor; el amor se da en todo momento. El aprender a orar, que no lo sabia hacer fue maravilloso, conocer el método ignaciano, las recomendaciones dadas y el adaptarlo a mi realidad y mi vida.

Con toda esa bendición viene el proyecto de vida y empezar a verlo y vivirlo con toda la riqueza de los Ejercicios, quitando toda clase de barreras.

Es grande también la posibilidad de compartir todo lo que he estado viviendo con los amigos, la familia, el grupo de los ejercicios. Gracias a la Hermana Dora por la dedicación y generosidad al acompañarme.

 
Carmenza: Los ejercicios remueven la vida, es doloroso pero a la vez esperanzado. En mi removió cosas que nunca me había atrevido a confrontar. Es duro porque se piensa que se está haciendo el bien y a veces no es así. A veces somos nosotros mismos los que causamos el dolor a los otros. La experiencia fue difícil pero, logré sobrepasar la desolación; me permití confrontarme con Jesús, y descubrí que me decía que tenía que amar la vida porque era un regalo grande. Comenzando a amar la vida, sentía una lucha interna fuerte por el apego a cosas que no son. Estoy comenzando, siento que debo renovar mi interior y quisiera que todo lo que salga de mí, sean las cosas donde las personas vean una proyección de Dios.

 
Clara: Siento gran gratitud y gozo. No me gusta decir que es el final de los Ejercicios, sino el final de esta etapa. Han sido meses de conocimiento interno del señor, de dejarme interpelar, amar, abrir los ojos; somos ciegos ante tanta grandeza de Dios para con nosotros.

Ha sido una experiencia que me ha ayudado a crecer, a tomar posesión de las grandezas que hay en mí, el Señor me ha ayudado a crecer y le doy gracias porque me siento libre. Me ha ayudado a desarrollar mis propias alas para volar, para enfrentar lo que muchas veces dentro de mucho tiempo me daba miedo enfrentar. Se quiere vivir de cara a Dios pero lo que da miedo dejar no hace que vivíamos de cara a El; ahora es vivir de cara a Dios, a mi historia, tiempo concreto.

El acompañamiento ha sido de mucha importancia, la transparencia en el ha sido muy importante.
Gracias a Dios, a Dora, al grupo por permitirse esta experiencia, los momentos de compartir fueron muy enriquecedores; sigamos encomendándonos y no desfallezcamos en el camino que se ha comenzado. Que sea el comienzo de una nueva.

 
Doralsy: Ha sido un tiempo para tocar muy adentro, ir aceptado, asumiendo cosas, sombras, descubrir la imagen de Dios, recibir la gracia que se ha pedido, como hilo conductor. Hay cosas que cuestan pero al final se goza de la paz interior y la libertad.

 
Cecilia: Estoy muy agradecida con el Señor, las hermanas y el grupo, valió la pena. Ha sido un regalo que Dios me haya permitido esta experiencia. Experiencia nueva, con momentos de consolación, cuestionamiento de la vida, la entrega, la vocación. Me ha abierto el horizonte para ver cómo voy a responder ante esto. Quedo con un aumento de fe, esperanza y caridad, de libertad interior, ruptura de esquemas y descubrir cosas hermosas.

Desde la consolación llena de ilusiones y deseos de aplicar lo que Dios me ha dicho y dejar que El aplique en mí. Abierta a la acción de Dios. Contenta y feliz con la experiencia de Jesús: muy humano, cercano y que quiere que le siga con un sello muy especial.

GRACIAS A DIOS POR SU ACCIÓN Y A LILIANA POR SU ACOMPAÑAMIENTO

 
Epimenio: Los ECV dejan verdaderamente una huella en uno, si se adentra en el conocimiento de Dios. El hace que uno tenga que revisarse y examinarse profundamente para llegar al cambio, un cambio notable respecto a la relación con Dios y un cambio notable ante el mundo.

 
Amar y servir a Dios y a los demás no es fácil, pero en las lecturas de cada día desde la experiencia de los Ejercicios, se va experimentando el deseo de estar con Dios y de amarle y servirle; Se da un cambio en las obras.

 
Luz Marina: Salgo con el deseo de hacer mío este lema de la espiritualidad ignaciana: "En todo amar y servir al Señor". Gracias a Liliana, después de esta esta experiencia, al estilo de San José, creo haber adquirido un aumento de mi fe y en ella, aumenta también mi esperanza y caridad.
 

Flor: Esta experiencia fue algo muy especial. Poco a poco ir logrando ese conocimiento interno de Jesús para amarle y seguirle; conocimiento y seguimiento. Lentamente lo fui descubriendo. Poderlo amar, servir en los demás. Desde la vida en mi familia. Es sentir a Jesús dentro porque una es muy frágil, reconocer a Jesús dentro. Es una disciplina y pido la gracia de tener la fortaleza para seguir todos los días con una verdadera vida de oración. 




Centro Espiritualidad Pedro Legaria

0 comentarios:

Publicar un comentario