Un poco sobre las ECR

Fundadas en 1928 por el padre Pedro Legaria Armendáriz, las Esclavas de Cristo Rey están hoy en España, Panamá, México, Colombia y Venezuela, Italia, Argentina y Cuba.

Espiritualidad del Fundador:

El Padre Pedro Legaria desde joven realizó los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola; su formación y dirección espiritual fueron por Padres de la Compañía, y por eso "su espiritualidad estuvo marcada por los Ejercicios, hechos y vividos habitualmente" (Cfr.VII Capítulo General de la Orden, p. 22).

Ellos fueron su alimento, la escuela de configuración con Cristo, "el desiderátum de su amor", precisamente para que después pudieran ser "su apostolado y la espiritualidad que dejó a la Congregación" (ibid).

Los rasgos de su vida interior (como el consumirse por la gloria de Dios, la rectitud de intención, la devoción al Corazón de Jesús, la imitación de Cristo, el amor a María, a la Eucaristía,...) fueron fruto de las vivencias de los Ejercicios.

En ellos el Señor le regaló ciertos dones que el P. Pedro fue acogiendo y con los que fue colaborando para transparentarlos en su vida. Esto lo vemos reflejado en sus escritos espirituales donde a la consolación recibida (p.ej. ante la experiencia de la providencia) él responde con los cuidados del amor -propósitos, actitudes- que brotan espontáneamente para ser fiel a la gracia recibida (ser indiferente). Por tanto, estos rasgos fueron fruto del diálogo íntimo con el Creador.

 

El Apostolado de las Hermanas

Esta espiritualidad del Padre Legaria, se traduce en la Fundación de una Congregación Femenina que "viviendo en profundidad la espiritualidad de los Ejercicios de S. Ignacio, promoviera y ayudara, espiritual y materialmente, la práctica de dichos Ejercicios en todas las clases sociales como medio de regeneración cristiana de la sociedad. Y luego viene la confianza y la colaboración de la persona que se fía del Señor y entrega toda la vida para que este proyecto se haga realidad".

 

Convencido plenamente de que era "Obra toda de Dios y que Él la quería y pedía", dio el puesto primordial a las Casas de Ejercicios, medio prácticamente indispensable para que pueda hacerse seriamente la experiencia de los Ejercicios ignacianos en completo retiro; puso también otros medios, como el Apostolado seglar particular, los Ejercicios parroquiales, en un gran variedad de actividades que responden a la gran creatividad del Fundador. 

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